La noche del pasado miércoles 29 de octubre, la Plaza Monumental de Morelia registró una abundante entrada para recibir a 2 íconos del rock iberoamericano.
Calamaro abrió el largo recital, interpretando temas coreados por muchos asistentes, como "Mil horas", "Loco" y "Crimen Perfecto".
Sin duda los años le han pegado bastante fuerte a esta leyenda del rock argentino, pero la actitud y la calidad se mantienen en el. En momentos se llegó a escuchar "Olé olé olé olé, Andrés, Andrés" coreado por los miles de espectadores que se dieron cita en la plaza. La gente moreliana se le entregó por completo a Calamaro, quizá todos nos dimos cuenta que esta sería la única y ultima vez que podríamos ver a este talentoso y querido personaje en tierras michoacanas. ojalá me equivoque. Dentro de su set, también se dio el tiempo de cantar una canción de Soda Stereo, como homenaje a el gran Gustavo Cerati, señalando al cielo y dedicándole el recital.
Más tarde el momento esperado para la gran mayoría llegó, el español Enrique Bunbury, quien vivió sus años de gloria con la extinta banda Héroes del Silencio subió al escenario "eyectado" de una nave espacial (al menos eso intentó proyectar) y desde ese momento la Plaza Monumental de Morelia se volvió un manicomio.
A la mitad de la presentación de Bunbury se me ocurrió ajustar mi cámara para estar listo para captar el momento cumbre de la noche, en donde se supone que cantarían en un mano a mano Calamaro y Bunbury, pero en ese momento llegó un tipo que me pidió retirarme del concierto argumentando que estaba tomando fotografías fuera del momento y zona permitidas (suena risible y curioso como a pesar de los tiempos y la tecnología con la que vivimos actualmente, donde cualquier persona puede traer una cámara fotográfica de alta calidad en su celular de alta calidad, o usar una cámara compacta que graba no solo en HD sino hasta en 4K, limiten a los foto-periodistas a captar imágenes fuera de un momento y lugar) Así que hasta ese momento podría compartirles mi experiencia, pero alguien me ayudó a reseñar el concierto, alguien que lo podía hacer mejor que nadie, ya que no solo estaba en el lugar, sino que lo vivió, y de gran forma.
Andrés Calamaro se puso melancólico y nos regalo unas lineas, con las cuales usaremos textualmente para concluir con esta crónica de un concierto muy esperado en la ciudad.
Que extraordinario recital que vivimos (ofrecimos recibiendo) en la Monumental (Plaza de Toros) de Morelia anoche mismo.
Desde los primeros acordes (de Alta Suciedad) hasta los últimos armónicos que quedaros gentiles rebotando en los tendidos y las andanadas (Los Chicos/De Música Ligera/Ramones), fuimos desbordados por el entusiasmo de un publico que nos celebro con vítores, ovaciones y aplausos conmovedores y probablemente merecidos. Arropados por semejante calor del respetable, brindamos nuestro repertorio. Estrenamos (para esta gira) “All you need is Pop” y el Theremin Moog que aporto nuevos colores satánicos y espaciales en algunos tramos del recital.
Julito volvió recuperado al comando de su Fender Iron-caster Celebramos mucho tenerlo de nuevo, intacto y mejorado.
En el escenario las sensaciones fueron inmejorables,
“de menos a mas” dirían los críticos de postín.
Con toda la plaza volcada con nosotros, cantamos y tocamos con ganas, celebramos la ceremonia del mate amargo (que endulza la garganta) y recibimos con humildad el aplauso personificado para cada uno de los miembros de la cuadrilla, Todos fueron presentados por una cálida y merecida salva de aplausos que premio con ovación el alto desempeño de todos que todo lo ofrecen en cada concierto. Lo celebramos al completo la cuadrilla, los operadores, los ayudantes y todo nuestro crew propio, los que viaja con nosotros de aeropuerto a aeropuerto; en un clima de sana euforia nos quedamos escuchando The Faces y tomando te de jengibre hasta que llego el momento de volver al escenario (German y yo) para el gran cierre que compartimos, en forma de mano a mano de categoría, con Enrique, nuestro Licenciado Cantinas, que es el autentico mandón en México. Se brinda en escena como un autentico león (héroe, seria mas propio decir), tiene al publico cautivo, despliega un poderoso arsenal visual de sonido y repertorio; y es un cantante frontal de cuidado.
Me consta, porque tengo que empatarme con el (licenciado) en cada uno de estos benditos cierres de doble-concierto que celebramos cada una de las inolvidables noche en las que nos presentamos, siempre juntos y siempre finalistas para ofrecer media docena de canciones que incluyen íconos en la distancia, cosas nuestras y detalles mexicanos que ofrecemos con impertinente gratitud. Una vez mas recibimos el calor del pueblo de Morelia que abarrotaba la plaza y no se quedo con nada, lo dieron todo igual que nosotros.
Formidable : Muchas Gracias!
Andrés Calamaro
Morelia, Michoacán 29 de Octubre