Editor de Indie Life
La sexta edición del Festival de música alternativa
de corte internacional más importante en nuestro país, se llevó a cabo este fin
de semana. El Corona Capital sufrió bastantes modificaciones ala estructura que por años llevaba el evento, mismas que estábamos acostumbrados los fieles seguidores de este importante evento musical; muchos son
para bien, pero otros no tanto, y aquí te daré mi opinión personal al respecto
de lo que yo considero sobre la eminente decadencia del festival.
La real academia de
la lengua menciona que decadencia “es una pérdida
progresiva de la fuerza, intensidad, importancia o perfección de una cosa o una
persona” y justamente decidí a utilizar la palabra, porque definitivamente esta
edición el festival al cual he asistido todos los años desde su creación, ha
sido el más débil en su conjunto. Lo Malo: presentaciones muy pobres, talento cargado a
lo que las estaciones “pop” programan, precios altos, incluso llegó a costar más de $2,400 el abono al evento, y finalmente, una mala curaduría; ¿dónde quedaron los años donde las bandas "desconocidas" resultaron ser grandes promesas del rock, y que actualmente destacan en distintos festivales de importancia mundial como Temples, White Lies, The Vaccines Palma Violets o Alabama Shakes? por mencionar solo algunas. Estos "detalles" convirtieron al
#CC15 en la edición más sosa de la historia del festival, pero obviamente, como en todo, hubo finas excepciones. No quiero decir que todo el evento fue un asco, pero
comparándolo con años anteriores, digamos que quedó a deber; y tendrán que dar
un vuelco de 180° para que la próxima edición revivan lo que llamó la atención
de cientos de miles de personas que asistimos año con año al evento, en
especial cuando festivales como el Coordenada, Festival Nrmal, Ceremonia o
Bahidorá y otros , están armando mejores opciones con un mejor costo-beneficio.
Lo bueno: Los cambios para este año fueron
significativos, muchos de ellos bastante benéficos, cómo la redistribución de los escenarios para
acortar las distancias entre unos y otros, el kilometro que se tenía que
recorrer para llegar de uno de los escenarios principales al otro desapareció,
y esto es algo bastante plausible. La
señal telefónica, mejoró
considerablemente, no sabemos si fue por que disminuyeron los asistentes al
evento o porque se instaló algo que ayudo a mejorarla, pero esta ocasión no
hubo momento en el que no tuvieras señal, lo que seguramente ayudo a más de
alguno a reencontrarse con sus compañeros perdidos, o para poder compartir en
tiempo real fotos y videos, o hasta realizar una transmisión de Periscope en vivo. El clima fue otro factor benéfico este año, comparado con el
caótico diluvio del año pasado (aunque en ediciones anteriores, el clima estuvo
agradable).
Respecto a las bandas que se presentaron el primer día y que
pudimos ver, las más destacadas fueron Death
From Above 1979, power dúo canadiense que demostró que no necesitas ser una
banda numerosa para romperla en el escenario. Father John Misty, como actualmente se le conoce al grandioso
músico de folk J. Tillman, fue uno de
los actos más impactantes del primer día, al igual que Beirut, encabezados por
Zach Condon, quienes tuvieron una increíble presentación y mucha gente en su
escenario (a pesar de que al mismo tiempo se presentaban The Libertines).
La
banda británica de Pete Doherty y Carl Barât tuvo una de las mayores
convocatorias, muchos (la mayoría) se acerco al escenario para ver a una de sus
bandas favoritas, que seguramente jamás volverán a ver en vivo (teniendo en
cuenta la historia de la banda y su reciente reintegración), The Libertines es una agrupación con
impacto generacional, así que muchos “no tan chavos” solo fuimos porque era
imprescindible no ver por única ocasión a la banda de Londres, sin duda para
los grandes fans debió ser la mejor presentación de la noche, para los que no
somos “tan” fans fue un set simplemente bueno. Previo a la presentación de The Psychedelic Furs nos dimos cuenta de
que la mayoría de gente estábamos “mas rucos”, y era de esperarse, ya que la
banda rifo en la década de los 80’s y
actualmente solo queda el recuerdo de la banda que llegó a ser. Su
presentación, muy parecida que la de los Libertines, buena. Si eres fans,
seguro la disfrutaste, si no eres, no creo que te hayas quedado hasta el final.
Hubo presentaciones que me hubieran gustado ver, pero debido a que se empalmaron
con otras que para mí eran imperdibles, decidí eliminar a Richard Ashcroft y Run The Jewels de mi lista. Y Wild Nothing, que debido al tráfico de
la Cd. De México no llegamos a tiempo para verlos. Pero según lo que he leído
fueron muy buenas presentaciones.
Para el final del día, quedaba Muse, el headliner del día 1. Sinceramente yo nunca los había visto en vivo
(nunca me gustaron tanto como para pagar para verlos solos) pero no podía dejar
de verlos si ya estaba ahí. No hay mucho que decir de Muse, es una banda que
desde sus inicios marcaron una línea, misma que aunque lo parezca nunca
dejaron. Su música desde el comienzo era comercial, y lo sigue siendo, su
desempeño sobre el escenario es magnífico (a pesar de ser la cuarta
presentación el México en la misma semana) Dominic Howard, toca impecable la
batería, fuerte y solida. En el Bajo Christopher Wolstenholme tocó un solo
junto con la batería impresionante, aunque definitivamente sus lucecitas en el
diapasón están tan fuera de lugar, que hasta se ve “ranchero” como dicen en mi
pueblo. Matt Bellamy es uno de los grandes guitarristas del rock actual, y su
calidad es incuestionable, ya sea que su música te guste o no. Al final Muse
dio un gran concierto, con un final épico, interpretando “Knigths Of Cydonia”
coreada por la multitud que se acercó a observar el último acto del día. En
Resumen, a juzgar por el primer día de actividades, y el cartel del día 2, el
Festival Corona Capital del 2015, quedará marcado en la historia como el peor
hasta la fecha. Insisto, con sus honrosas excepciones. Nos leemos la próxima.